En el estado actual de las investigaciones las Ramon T-7433 se configuran por el momento como el tipo anfórico que mayor cantidad de muestras de epigrafía (tanto en número de sellos  totales como de cuños) ha proporcionado de entre todos los fabricados por los talleres del Estrecho, si bien la atribución de cada uno de estos sellos a talleres o focos de producción no está por ahora suficientemente clarificada debido a que en la mayoría de los casos los hallazgos proceden de contextos de consumo de distinta naturaleza. Los sellos conocidos  hasta el momento (Lagóstena, 2001 y 2004; Sáez Romero, 2008a, 588-593; Ramon, 2008) presentan una morfología general muy homogénea, con cartelas rectangulares o pseudo-rectangulares que se colocan en la zona superior del cuerpo a la altura de las asas, en una posición más o menos centrada respecto a éstas. Asimismo, este creciente conjunto de sellos sobre T-7433 presenta una característica dualidad en cuanto a su componente epigráfico, ya que se conocen cuños tanto en grafía latina como en neopúnico (figura 3).

Figura 3.- Sellos documentados sobre T-7433 y ubicación habitual de los mismos en el cuello del ánfora (Sáez, 2008 a)

En la bahía de Cádiz se concentra una buena parte de la muestra disponible, procedente tanto de centros productores como de contextos de consumo, destacando entre todos ellos el conjunto documentado en un vertedero industrial de la C/ Gregorio Marañón de Cádiz (BAR•T, BALT, TA[TA?], AMIS·E y bdalHbt), aparentemente formando parte de un mismo periodo de envasado conservero y/o actividad alfarera (Muñoz, 1993; García Vargas, 1998, 159-162). A éstas cabe añadir un ejemplar usado para la cubierta de una inhumación de la necrópolis gaditana dotado de una estampilla en neopúnico (⁽msa), sin datos precisos sobre el contexto y su datación. Recientemente se ha unido a este grupo gaditano al menos un par de ejemplares sobre paredes fragmentarias documentados en el taller portuense de Jardín de Cano (López Rosendo, 2008, 55, fig. 5), datadas por su excavadora hacia la mitad del s. I a.C. y de confusa lectura (NEOR uel MEOR uel AVEOR uel NAEOR). Cabe pensar por consiguiente que tanto alfares insulares como continentales participaron de este fenómeno del sellado de las T-7433.

Existe también una sugerente cantidad de sellos documentados en yacimientos tingitanos que sin embargo no pueden ser aún ligados con seguridad a producciones locales o importaciones sudpeninsulares, presumiblemente gaditanas. En este último grupo se incluye un ejemplar AMIS·E recuperado en Lixus (similar al de C/ Gregorio Marañón gaditano), mientras que en el capítulo de dudosa procedencia puede citarse el nutrido grupo registrado en Sala en estratos del siglo I a.C. (FICVL uel FICVLI, CUL, ICVL y (…)BISU). En diversos contextos de Melilla también han sido documentadas abundantes T-7433 selladas tanto en excavaciones antiguas como recientes (en neopúnico, bd⁽tt, y en latín, BA y BAR•T), este último también con paralelos gaditanos. Algunos de estos sellos también se han registrado en puntos como Villaricos (ICVL) o la colonia de San Jordi en Mallorca (bd⁽tt). Es necesario un muestreo de pastas y una documentación precisa de cuños para determinar cuáles de estas ánforas fueron producidas fuera de talleres gadiritas, quizá en el propio ámbito tingitano.

En una situación similar de indefinición de su origen productivo dentro del contexto regional del Estrecho se encuentra un número creciente de sellos documentados en toda suerte de contextos, caso de los diversos envases presentes en el pecio ibicenco de Cap Negret (MISUD, legible solo en un ejemplar), de un individuo de contexto subacuático cercano a Sagunto (DROT; Márquez y Molina, 2005, 182, fig. 45.67) y de estampillas tanto en grafía latina (ASMO?) como en neopúnico (bd⁽tt?, apenas legible) asociadas a niveles republicanos de Olisipo (Pimenta, 2007).

Hasta el momento la mayoría de los sellos documentados sobre T-7433, bien en contextos de producción o bien en lugares de consumo, parecen situar el apogeo de esta epigrafía bilingüe en el siglo I a.C. (Ramon, 2008, 81), aunque no puede descartarse un inicio anterior. Por el momento ni siquiera en la bahía gaditana, donde la concentración de hallazgos es más intensa, se han documentado muestras de la relación de esta serie anfórica con el tradicional estampillado anepígrafo propio de este foco de producción en momentos precedentes.

En cuanto al capítulo de los grafitos, se ha prestado hasta ahora poca atención sobre la cuestión, y no se dispone de ningún catálogo exhaustivo de marcas de este tipo. Es frecuente la aparición de líneas horizontales incisas a todo lo largo del diámetro de la parte superior del cuerpo y de la zona inferior de los pivotes, respectivamente, aunque se trata de elementos de tipo funcional (en el primero de los casos vinculadas a la colocación de las asas). Aunque no puede determinarse su origen sudhispano o tingitano, debemos destacar en este tipo de marcas incisas precocción un grafito documentado en niveles datados en la segunda mitad del s. I a.C. en Lixus, interpretado por sus excavadores como un pez grabado en vertical sobre la parte alta de la espalda (Aranegui, 2005, 115-119).