De la comarca del Maresme proceden los primeros ejemplares identificados: primero Burriac (Miró y Pujol, 1982-83; Miró, Pujol y García, 1988, 32, 69, 116), poco después Iluro/Mataró, Badalona, Montpalau y fondeaderos de Vilassar y Mataró, hallazgos todos ellos recogidos en un breve estudio de conjunto (Comas et alii, 1987). Su identificación se centró principalmente en la diferencia de pasta con respecto a sus homólogos itálicos, aunque se ha constatado que en ocasiones es difícil atribuirlas a una u otra variante, confundiéndose incluso, en caso de tratarse de fragmentos, con las Lamboglia 2 encontradas en Iluro (López Mullor y Martín Menéndez, 2006, 445).
Figura 1.- Dr. 1 citerior (Can Pau Ferrer, Cabrera de Mar, según López Mullor y Martín Menéndez, 2008, fig. 3, 1-3) |
Poco después se dieron a conocer los hallazgos de La Salut -Sabadell, Vallès Oriental- (Casas, 1987, 17-20), a los que se han ido incorporando los de las zonas de producción de la provincia de Tarragona (por ej.: Carreté, Keay y Millet, 1995, 160, 257; Járrega, 1998, 430-431; Revilla Calvo, 2008, 202). Señalemos El Vilar (Valls), con greco-itálicas y Dr. 1 A, la segunda obrada también en una versión más pequeña (López Mullor y Martín Menéndez, 2006, 445).
Los primeros hallazgos en el Maresme nos permitieron incluirla en nuestro estudio sobre la producción de ánforas romanas en Cataluña (Miró, 1988, 60-63). Posteriormente, se han publicado tres trabajos de conjunto, dentro de las ánforas del NE de la Tarraconense (López Mullor y Martín Menéndez, 2006, 441-449; 2008, 33-43 y 2009, 689-693).
La forma más antigua es la Dr. 1 A que en Cabrera de Mar (Ca l’Arnau-Can Benet) aparece, en forma fragmentada, junto a las greco-itálicas, también de producción local y cuyo perfil del labio es en ambos muy parecido. Lo mismo podemos decir de las variantes Dr. 1 B y Dr. 1 C, que podrían pasar por itálicas si no fuera por la pasta (López Mullor y Martín Menéndez, 2006, 442). Y lo mismo podríamos decir de los fragmentos exhumados en el oppidum de Burriac, adscribibles algunos a la forma Dr. 1 B (Miró et alii, 1988, 32 y fig. 140-146).
Del pecio de Cap Béar 3, en Port-Vendres, procede un importante conjunto de 162 ánforas Dr. 1 B, a las que al principio se les dio un origen itálico. En su estudio de conjunto sobre el vino hispánico, Etienne y Mayet separaron un lote de procedencia tarraconense, diferenciable por la pasta y también por ser algo más altas. Se trata de un conjunto homogéneo e imitado a la perfección, hasta el punto de calificarlas de falsificaciones más que de imitaciones (Etienne y Mayet, 2000, 124-125 y fig. 22).
Dada su amplia cronología, algunos autores han propuesto separar la Dr. 1 A y Dr. 1 C tarraconenses de la Dr. 1 citerior, ya que las primeras se fabricaron antes de la existencia de la provincia Hispania Tarraconensis, en el 27 a.C. (López Mullor y Martín Menéndez, 2009, 689).