Tradicionalmente, a esta forma (con origen bético, naturalmente) se suele atribuir una producción/circulación entre el inicio del siglo III d.C. y el final del V o incluso el principio del VI d.C. (BERNAL CASASOLA, 2001, 281). Para el caso lusitano, los problemas de identificación y la escasa atención prestada a los ejemplares con origen claramente provincial conllevan a la práctica inexistencia de contextos bien fechados con atestiguada presencia de este tipo. No obstante, la evidencia disponible para las cuencas del Tajo y del Sado permite afirmar con total seguridad que se han producido desde el final del siglo II/inicio del siglo III d.C. hasta el final del siglo IV (FABIÃO, 2008, 738), y aún en la primera mitad del V, por lo menos en lo que a los alfares del Tajo concierne (SANTOS, 2011; QUARESMA, en prensa).
La producción del tipo Keay XVI en la Lusitania se encuentra actualmente bien delimitada, circunscribiéndose únicamente a las cuencas del Tajo y del Sado, siendo todavía incierta su manufactura en el territorio meridional correspondiente al actual Algarve. Sin embargo, no es de excluir su producción en esta última región, ni tampoco en otras regiones da la fachada atlántica lusitana. En verdad, se puede considerar un escenario posible conforme progrese el conocimiento e identificación de este tipo en la provincia.
En la cuenca del Tajo, donde su producción fue primeramente aceptada e tipificada (FABIÃO, 2004), se encuentra inequívocamente documentado en las alfarerías de Porto dos Cacos y principalmente en Quinta do Rouxinol. En Porto dos Cacos está presente desde el inicio de la segunda fase productiva, fechada en a finales del siglo II/primer tercio del siglo III d.C. (RAPOSO, 1990; RAPOSO y DUARTE, 1996; FABIÃO, 2004; 2008; FILIPE y RAPOSO, 2009), aunque sin alcanzar valores tan significativos cuanto los restantes tipos.
Idéntico registro cronológico se puede encontrar en la alfarería de Quinta do Rouxinol. La revisión reciente de la lectura estratigráfica, que tuvo por base el estudio detallado de los materiales datantes, coloca la producción de este alfar entre el final del siglo II y el primer cuarto del V d.C. (SANTOS, 2011; QUARESMA, en prensa), con dos grandes fases conocidas. Las formas Almagro 50 y Keay XVI se encuentran documentadas en ambas fases, y su manufactura conoce un aumento en la fase más tardía, comprendida entre mediados del siglo IV y el primer cuarto del V d.C., con un incremento del 25% para el 36% del total del NMI (RAPOSO, en prensa).
Respecto a la cuenca del Sado, y a pesar de no haberse individualizado el tipo, encontrándose recurrentemente incluido dentro de la producción atribuible a la Almagro 50, la relectura de la evidencia disponible indica que la Keay XVI también ha sido producida desde el siglo III d.C. en buena parte de los alfares conocidos. Tal es el caso de Quinta da Alegria (COELHO-SOARES y SILVA, 1979, Est. IV, nº 30), Enchurrasqueira/Xarrouqueira e Vale da Cepa (DIOGO, 1983), del que apenas se poseen datos y unicamente materiales recuperados en superficie, y de Abul (MAYET y SILVA, 2002). Este último presenta datos más sólidos como resultado de los trabajos intensivos ahí realizados.
El cuadro productor constatado en Abul, concretamente Abul D, la Keay XVI tiene el probable inicio de la producción en el segundo cuarto del siglo III d.C., momento de reestructuración de ese complejo industrial - según se puede deducir del contexto de vertedero XVII 2/7 (1A-2A) (MAYET y SILVA, 2002, 168-169, 197-198, figs. 102-103). En Pinheiro, algunos ejemplares de difícil clasificación, permiten considerar igualmente la posibilidad de a partir de mediados del siglo III d.C., cuando en el complejo alfarero se asiste a un reflorecimiento de la producción, haya existido la manufactura de Keay XVI a la par que la de las Almagro 50, prolongándose las mismas hasta por lo menos mediados del IV d.C. (MAYET y SILVA, 1998, 194, figs. 95-96).