Conocemos una quincena de estampillas sobre Tar. 1. En nuestro trabajo de 1988 ya recogimos media docena, procedentes sobre todo de Ampurias y Badalona (Miró, 1988, 120-122 y 210-214). Nolla y Solías hicieron un inventario de 7 marcas (1984-85, 134-137) y R. Pascual añadió en su índice media docena de marcas diferentes (Pascual, 1991). M. Comas elaboró el catálogo de las de esta última ciudad (1997, 15-19), ampliándolas a una decena, lista que incluyeron en parte R. Etienne y F. Mayet, con algunas novedades (2000, 122). Recientes investigaciones han sacado a la luz otras nuevas (Comas y Carreras, 2008, 183-185, Díaz Ariño, 2008, Járrega, 2015, 82-87).
Fig 4.- Estampilla C.MVCI sobre ánfora Tar. 1 de Baetulo (fotografía de Albert Cartagena en: portada de Comas, M. (1997) ) |
Estas estampillas se encuentran normalmente en el labio, y en algunos casos en el cuello. La de LVOLTEIL se imprimía en varios envases de El Sot del Camp, entre los cuales Tar. 1 y por lo tanto, tal vez fuera su lugar de producción.
Conocemos las siguientes: M.ANTO, M.CO (posiblemente erróneamente atribuida a una Dr. 1 citerior: Casas, 1987, 18 y fig. 2.2) , L.FVLVI (con las variantes L.FVL.LIC y L.FVL.HERO), P.HEID, C.IVNI, M.LOREI, M.LOREI + ARCEL.AVG: (tal vez M.LOREI/(ARCELA)VOS), M.LO(REI) + SAGN, Q.MEVI y P.MEVI (con la variante MEVI), C.MVCI, L.OPPA, C.SERVILI, SEX.STA(TI) (leída Sextus Stati por M. Comas y Sextus Sta(bili) por Etienne y Mayet), L.VENVLEI y L.VOLTEIL, in planta pedis las dos últimas.
Incompletas: PLO(D o C retro) del pecio de Cala Bona 1, …R de Bordeaux, …BI de Bibracte y “eikebi” en caracteres ibéricos de Zaragoza.
Finalmente, se conocen algunos grafitos pre cochura en el cuello o cuerpo, formados por signos y letras (AB, CRA), como en el pecio de Cala Bona 1 (Martín Menéndez, 2008, 121 y fig. 13).
Fig. 5.- Estampillas L.FVL.LIC, C.IVNI, M.LOREI/?, Q.MEVI, PLO(C o D), L. VENVLEI, L.VOLTEILI de Cala Bona I (Martín Menéndez, 2008, fig. 11 y 12) y C.MVCI, CSERVILI y SEX.STA de Baetulo (Comas, 1997, pp 15-18) |
Se trata de un conjunto muy homogéneo, prácticamente siempre de duo nomina (praenomen y nomen; excepcionalmente MEVI y PLO(C-D), de rasgos arcaicos, cuya lectura en general no ofrece problemas: Marcus Antonius o Antonius, Q, Fabius, L. Fulvius Secundus, P.Heidius, C. Iunius, M. Loreius, P.Mevius, Q. Mevius, C. Mucius, C. Servilius, S. Statius o Stabilius, Iulius Theophilus, L. Venuleius, L. Voltilius o Volteilius.
La identificación de estos personajes en ánforas de la Tarraconense ha sido ampliamente discutida (por ej.: Miró, 1988 a, 210-214 y 228-230 y 1988b, 255-256; Comas, 1997, 15-18, 107-110; Pena y Barreda, 1997; Pena, 1998 y 2000; Etienne y Mayet, 2000, 122-124, Revilla, 2004; Berni y Revilla, 2008; Díaz Ariño, 2008, 266-272), por lo que aquí resumimos las aportaciones de estos autores en relación a estos nombres.
Fig. 6.- Labios de Baetulo estampillados (M)EVI, Q MEVI y C.MVCI (según Comas, 1987, fig. 4) |
Estos nomina indicarían que se trata de inmigrantes de procedencia central y central meridional itálica, más exactamente de regiones oscas, umbras, volscas, picénicas del Lacio, Campania o Umbría). Serían ciudadanos romanos, descendientes de veteranos o de civiles, originarios de las regiones citadas e instalados, en el caso de la Layetania, en las tierras más fértiles del Maresme y del Vallès de la cual serían propietarios y tal vez residentes en las ciudades recién creadas (Iluro y Baetulo). En términos parecidos se expresan otros autores (Pena y Barreda, 1977, 71): más en concreto, serían personajes (colonos o no), no necesariamente desplazados al NE de la Tarraconense, sino en Narbona y dedicados a la explotación del vino layetano y ampurdanés. Para M. Comas (1997, 109-110) procederían de una misma área geográfica, serían de parecida condición social y propietarios de las viñas y de los fundi en que se envasaban las ánforas. Etienne y Mayet (2000, 124) indican que nos hallamos ante propietarios agrarios que exportan su vino en sus propias ánforas, con las figlinae instaladas en sus propiedades o en las cercanías de sus lugares de embarque. En definitiva, creemos que serían los protagonistas del proceso productivo de las figlinas, y por lo tanto los propietarios de las tierras y tal vez del vino de las ánforas.
En el terreno jurídico, la asociación duo nomina podría explicarse en situaciones de fragmentación y gestión autónoma de parte de un patrimonio, que se realizaban mediante formas diversas y conocidas por la literatura (negotiatio per servos, locatio-conductio) (Berni y Revilla, 2008, 105).