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Visual characteristics

Como la mayoría de las del NE de la Tarraconense, la arcilla y la superficie es dura y rugosa, con desgrasante de cuarzo, cal y mica, casi siempre visible, a veces de gran tamaño y raramente bien depurada y desgrasante invisible. Externamente es de color rojo, rosado-anaranjado, beige a veces y raramente, con engobe que suele ser amarillo  y tacto rugoso (Nolla, 1987, 218).

Se observan diferencias regionales: en el centro del Maresme la pasta de las Tar. 1, Pascual 1 y Dr. 2/4 es parecida: muy depurada,  variando la cantidad de desgrasante.  Hay piezas de pasta muy depurada y poco desgrasante de cuarzo y mica y otras con abundante desgrasante de cuarzo.  La cocción es oxidante, con coloraciones que van del marrón claro al rojo amarronado. El acabado es de poca calidad, con un engobe blanquecino o amarillento, a menudo mal aplicado, poco uniforme y escasamente adherente. Da la impresión de tratarse de ejemplares regularmente cocidos y de mediocre acabado. La aplicación del engobe es según sus estudiosos un indicio que refleja la voluntad de imitar fielmente envases itálicos, con la finalidad de reproducir un envase específico del producto que contenía (García y Gurri, 1996-97, 408).

La pasta de las Tar 1 del pecio de Cala Bona era muy parecida entre casi todas las piezas, excepto en algún caso. La arcilla es sin duda del Maresme, sin poder precisar más (comunicación personal de A. Martín Menéndez, que agradecemos).

Petrology

Se han llevado a cabo estudios arqueométricos en el valle de Cabrera de Mar, una de las primeras zonas productoras de ánforas de la Tarraconense, en base a los yacimientos de Can Pau Ferrer y de Ca l’Arnau. Resumimos aquí las conclusiones de los mismos (Martínez Ferreras et alii, 2005, 399-400). La erosión de los sedimentos de este complejo ácido del territorio ha producido una colmatación del fondo del valle, especialmente de las rocas ígneas, constituidas principalmente por feldespato potásico, cuarzo, plagioclasas, biotita y moscovita. Las muestras estudiadas condujeron a la conclusión de que en las ánforas allí fabricadas (Dr. 1, Tar. 1 y Pascual 1) a lo largo del tiempo en las arcillas se fue aumentando el contenido de calcio.

Las Tar. 1 presentan varios grupos en cuanto a su composición, así como diferencias de cocción y en la composición química, que indican el uso de dos arcillas diferentes para los tres tipos. El cambio de tipo de ánfora comporta igualmente el del contenido en oxido de calcio, con implicaciones tecnológicas subsiguientes. La evolución tecnológica de estos dos talleres además de cambios en la tipología influiría también en la tecnología de fabricación, pasando de los primeros envases poco calcáreos (Dr. 1) a los calcáreos (Tar. 1) acabando con los más calcáreos (Pascual 1). El cambio tecnológico asociado a los tres tipos puede relacionarse con la evolución tecnológica del taller y a la puesta a punto de formas más resistentes, menos pesadas y mejor adaptadas a su difusión de largo alcance vía marítima.

Más recientemente se ha publicado un estudio de conjunto sobre la arqueometría de las ánforas de la Tarraconense citerior (Martínez Ferreras, 2014, 279-280). En los alfares de Cabrera de Mar se obraban las variantes Tar. 1 C, D y E,  en el de Calella de Mar la 1 A y C, y en la Salut la 1 A y D. Asimismo, las pastas de Ca l'Arnau y la Salut son similares a la de las Dr. 1, lo que indicaría una simultaneidad de fabricación.