Dressel 23 (Guadalquivir Valley)

Poco se sabe sobre la epigrafía de las ánforas Dressel 23 en comparación a su predecesora Dressel 20. Las inscripciones pintadas que publicó Dressel con el material de Roma son de contenido anómalo, sin ninguna relación con el conjunto epigráfico, fijo y de significado constante, de los tituli picti del Monte Testaccio. Estas otras inscripciones pintadas fueron escritas en tinta roja y aparecen clasificadas en dos apartados de CIL XV (figura 5). Ya hemos hablado sobre las del primer grupo -“Tituli picti reliqui”- que registran preparados de aceitunas (CIL XV, 4803a-b; CIL XV, 4804). Las del segundo grupo forman parte de la sección “Amphorae aetatis labentis” (ánforas de época tardía) y llevan pintados monogramas cristianos (“chi-rho”) (CIL XV, 4876, 4885, 4888).

Figura 5.- Tituli picti sobre Dressel 23 según H. Dressel en CIL XV

En relación a los sellos, se percibe un fuerte descenso de esta práctica organizativa en aquellas figlinae que sobrevivieron en el Bajo Imperio. Pero el sellado no termina por desaparecer del todo, se siguen marcando las asas, ahora de pequeño tamaño, aunque la frecuencia es baja y aleatoria en el tiempo. Posiblemente los primeros sellos conocidos en Dressel 23 sean los dados a conocer por Remesal (1983, 126) con el material más moderno de las excavaciones de El Tejarillo (CIFELICISSIMI, …ALEXAN…, QINF, EXOFSPCA, LQMXC). Muy poco se sabe sobre el sellado durante el s. IV d.C. (Berni, 1998, 58). Sin embargo, durante la primera mitad del s. V d.C., coincidiendo con una nueva “edad de oro” de las exportaciones olearias, hubo una importante producción epigráfica de sellos en cartela in planta pedis en los yacimientos de Isla de la Barqueta y las Monjas/Soto del Rey (Berni y Moros, 2012). Estos sellos se documentan en gran número a lo largo de la fachada litoral mediterránea entre Hispania y Galia (Berni y Moros, 2012; Abauzit, 1999), y registran nombre únicos (Lupatus, Macrinus, Martinus, Martinianus, Octavianus, Pascasius, Vernacellus) en los que se observa un cambio nominal propio de esta época cristiana (figura 6).

Figura 6.- Sellos in planta pedis hallados en los mercados consumidores de Hispania y Galia durante la primera mitad del s. V d. C. (Berni y Moros, 2012, fig. 23)