Almagro 50 (Western Lusitania)

Typological evolution

El conocimiento de la producción de este tipo en los alfares lusitanos no permite trazar ningún escenario evolutivo. De hecho, en el actual estado del conocimiento, las principales líneas de trabajo pasan únicamente por caracterizarlo debidamente de forma a permitir su diferenciación e individualización en los lugares de consumo.

Pese ese incipiente estado, se puede apuntar que en los momentos más tardíos de Quinta do Rouxinol (RAPOSO, en prensa) y Pinheiro (MAYET y SILVA, 1998, 285-286), predominan los bordes más pequeños y más cortos, bocas más pequeñas y cuello más cortos (véase Figura 4, nº 16), pero no son exclusivos, estando las demás variantes igualmente representadas.

 

Visual characteristics

Borde: El borde presenta las características que fueron primeramente definidas por Almagro, y posteriormente confirmadas y complementadas por M. BELTRÁN LLORIS (1970), J. PARKER (1977; 1989) y S. KEAY (1984), pero con una enorme diversidad y pequeñas variaciones formales, tanto en los alfares de la cuenca del Tajo como del Sado (figuras 3, 4 y 5).

Se presenta exvasado y con sección mayoritariamente triangular pendiente y marcada, apuntado en su parte superior, con la cara externa definiendo como que una visera y en la mitad superior de su parte interna se muestra a menudo ligeramente cóncava o exhibe una suave hendidura (Figura 4 nºs 10-18). Esta es la morfología más frecuente y documentada en alfares como Porto dos Cacos (RAPOSO, 1990; RAPOSO y DUARTE, 1996), Quinta do Rouxinol (DUARTE, 1990; DUARTE y RAPOSO, 1996), ambos en la cuenca del Tajo, y Pinheiro, en el Sado (MAYET y SILVA, 1998).

Otro tipo de borde típico es con sección maciza triangular, sub-triangular o sub-triangular y levemente redondeado (Figura 4 nºs 1-9). Está también documentado en los alfares de ambas cuencas, concretamente en Porto dos Cacos (RAPOSO, 1990; RAPOSO y DUARTE, 1996), Quinta do Rouxinol (DUARTE, 1990; DUARTE y RAPOSO, 1996), Quinta da Alegria (COELHO-SOARES y SILVA, 1979), Abul (MAYET, SCHMITT y SILVA 1996) y Pinheiro (MAYET y SILVA, 1998).

Menos comunes son los labios de tipo simples redondeado (Figura 4 nº 19), documentados en Quinta do Rouxinol (DUARTE, 1990; DUARTE y RAPOSO, 1996) o aún los de perfil sub-rectangular poco diferenciado (Figura 4 nº 20), como los identificados en la necrópolis de Porto dos Cacos (SABROSA, 1996) y en la factoría de salazones de Rua dos Correeiros (BUGALHÃO, 2001; RAPOSO et alii, 2005).

Independientemente de la forma del labio, las bocas suelen presentar diámetros comprendidos entre los 13-15cm, pero con frecuentes excepciones en torno a los 16cm, aun así más reducidos que los de la mayoría de las Keay XVI (figura 5). A pesar de orientativo, este aspecto no es todo un indicador seguro de pertenencia a uno u otro tipo. Típico de esta forma es en definitiva el aspecto menos robusto,  el tamaño más pequeño y perfil más apuntado.

Cuello: El cuello suele ser bitroncocónico corto y estrangulado, con una altura variable desde el plano del borde al estrangulamiento del cuello (3,5-5cm) y diámetros máximos comprendidos entre los 9,5 y los 11cm. La inflexión que genera su perfil puede ser más o menos acentuada, pero siempre abre poco su parte inferior, marcando suavemente la progresión hacia el cuerpo. Ocasionalmente ostenta una pequeña moldura o baquetón en su parte superior, cercana a la base del borde. Esta característica sólo ha podido reconocerse, de momento, en la producción de Quinta do Rouxinol (DUARTE, 1990; DUARTE y RAPOSO, 1996) y Porto dos Cacos (RAPOSO, 1990; RAPOSO y DUARTE, 1996), por lo que parece tratarse de un elemento particular de estos  alfares (Figura 6, nº 2).

Asa: El asa del tipo Almagro 50 se asemeja y se confunde a otros tipos como el Keay XVI, con lo cual presenta bastantes afinidades, o aún la Dressel 14 “tardía”. Arranca del desde la línea del borde y desarrolla inmediatamente una trayectoria descendente en su segmento inicial - al contrario de la Keay XVI que es mucho más horizontal - realizando después un giro progresivo en su parte intermedia, y que terminan con una proyección vertical en su parte final hacia la conexión a 45˚ con los suaves hombros. Naturalmente, el asa tiene una dimensión proporcional al cuerpo del recipiente y, por lo tanto, se justifica su longitud, su grosor y el arco que describe.

Para las piezas de los alfares del Tajo (Figura 7, nºs 1-3), con cuerpos más cilíndricos y cuellos más largos, las asas son largas, presentando un longitud total entre 16 y 19 cm desde la línea del borde hasta su base, y una sección elíptica o subcircular, normalmente con la parte dorsal exterior más curvilínea, con un ancho de 3-4cm y un grosor cercano a los 2,5cm. El arco que describe el asa genera un espacio inter-ansal con un ancho entre 3-4cm y una longitud comprendida entre los 5,5 y los 7,5cm, claramente inferiores a los de las asas del tipo Keay XVI (ver figura 3). Ocasionalmente, en ejemplares con cuerpos más fusiformes y más largos (figura 7, nº 4), estas medidas se incrementan ligeramente.

Las piezas producidas en los alfares del Sado (figura 7, nºs 5-12), con cuerpos más piriformes y cuellos más cortos, las asas son también  ligeramente más cortas, presentando un longitud total entre 12 y 16cm desde la línea del borde hasta su base, y una sección elíptica (Figura 7, nºs 6 y 9) o en cinta llegando a presentar pequeños surcos (Figura 7 nºs 7, 10, 11-12), y algunas veces con la parte interior cóncava (Figura 7, nºs 7 y 12), con un ancho de 3-4cm y un grosor entre 1,5 y 2cm. A su vez, al arco que describe el asa, y que se puede presentar tanto de forma “abastonada” (Figura 7, nºs 6-10) como de forma cercana al cuarto de círculo (nº 12), genera un espacio inter-ansal con un ancho entre 2-3cm y una longitud comprendida entre los 4 y los 6,5cm.

Hombro: El hombro es prácticamente inexistente y consiste de una ligera curvatura o inflexión,  constituyendo la continuación natural del cuello hacia el cuerpo.

Cuerpo: También en este aspecto hay que señalar diferencias entre las producciones del Tajo y del Sado (figura 8). El cuerpo suele presentar una longitud cercana a los 70cm y un diámetro comprendido entre los 20-25cm, con preponderancia sobre los 22cm, pero en los alfares del Tajo (Quinta do Rouxinol y Porto dos Cacos) se muestra mayoritariamente cilíndrico y ocasionalmente fusiforme, con el diámetro máximo en el tercio superior, mientras que en el Sado (Abul II =D  y Tróia) los ejemplos conocidos presentan un perfil ligeramente periforme, con una pequeña diferencia entre el tercio superior e inferior, alcanzando en este último su diámetro máximo. El perfil propuesto para Pinheiro, casi una parábola, se presenta bastante diferente del que se tiende a considerar “canónico”, mucho más cercano a la morfología de la Keay XVI. Además, no representa la inmensa mayoría de morfologías identificadas y recuperadas en dicho alfar, muchas de ellas bastante mejor conservadas (aquí utilizadas y presentadas con otras propuestas. Véase Figura 10).

Base: Corta, de forma cónica invertida y hueca, rematada por un anillo sobresaliente de forma abotonada (figura 9), para la gran mayoría de casos conocidos tanto en los alfares de la cuenca del Tajo [Porto dos Cacos (RAPOSO, 1990; RAPOSO y DUARTE, 1996) y Quinta do Rouxinol (DUARTE, 1990; DUARTE y RAPOSO, 1996)] como en la del Sado (DIOGO y FARIA, 1989; MAYET y SILVA, 1998). En los alfares del Tajo los fondos se presentan más largos y estilizados con alturas en torno a los 13-15cm, con un diámetro superior en la junción con el cuerpo que oscila entre 8-10 cm y el inferior, en el anillo exterior, entre 4-6cm; en los del Sado son frecuentemente más cortos y presentan una altura media de 7cm, un diámetro superior, en la junción con el cuerpo,  que oscila entre 7,5-9 cm y el inferior, en el anillo exterior, entre 4-5cm.

Se conocen también fondos largos (c. 10cm) con forma cónica simple y base aplanada, con pequeño relleno en su interior, o huecos sin relleno, ambos al estilo de las Almagro 51c. De momento sólo han sido reconocidos en la cuenca del Tajo. Se trata de una morfología recuperada completa en la necrópolis del alfar de Porto dos Cacos (SABROSA, 1996, 296, fig. 8; RAPOSO et alii, 2005, 44, fig.7), y de la cual se han identificado también varios ejemplares en la factoría de salazones de Rua dos Correeiros, Lisboa (BUGALHÃO, 2001, 100, fig.70 e 107, fig.73, 2017; RAPOSO et alii, 2005, 51, fig.21).