Sellos:

El sellado está constatado con la producción altoimperial del alfar malacitano de Huerta del Rincón (Baldomero et alii 1997) sobre Dressel 20 del primer cuarto del s. II d.C. A esta producción se asocian las variantes CLM, CLICM y [CL]IC[I]NIM que registran con diferentes desarrollos el nombre de un personaje libre que podemos desarrollar como C. Licinius M( ).

Figura 5.- Sellos del alfar de Huerta del Rincón (Málaga)

Tituli picti:

El sistema de titulatura de las ánforas Dressel 20 de la costa bética debería ser análogo al documentado con las producciones del valle del Guadalquivir. Es más que probable que estas ánforas también llegaran a consumirse en Roma y acabaran vertidas en el Monte Testaccio como parte del comercio annonario.

Conocemos en el Monte Testaccio varias inscripciones pintadas cursivas con la mención explícita a Malaca.

El primer hallazgo es de  Dressel (CIL XV 4203) y se lee “R Malaca CCXII / Metti P[i]niti Herm(---) / Orfito et Prisco cos” con fecha consular del año 149 d.C. (figura 6 nº 1).

Rodríguez Almeida publicó otro ejemplar con el texto mal conservado "[---] malaca [---]l[---] / [---]cos" (Rodríguez Almeida 1994: nº 83) procedente de la excavación de 1989 (figura 6 nº 2).

Durante la campaña de excavación del Testaccio de 1991 aparecieron otros dos tituli picti asociados a descargas de los años 220-224 d.C. En el primero se lee "[---] Malaca [---] / [---]seq[---] " y en el segundo "R Mal( ) / act(us) Eutychetys [--- p( ) Dio?] / nisus Antonino aug(usto) ii[---]" con el nombre de Malaca abreviado en Mal( ) (Blázquez, Remesal 2001: nrs. 187 y 205) (figura 6 nº 3-4).

La atribución de los registros Malaca o Mal( ) a esta ciudad parece más que elocuente, pero a falta del análisis arqueométrico de estos materiales en el Testaccio, todavía no tenemos la certeza absoluta sobre el origen de las ánforas.

Figura 6.- Tituli picti del Monte Testaccio con la mención a Malaca