Las ánforas globulares Dressel 20 constituyen uno de los tipos anfóricos mejor conocidos, siendo el principal contenedor del aceite bético altoimperial, con una enorme difusión en la mitad occidental del Imperio Romano. Sin lugar a dudas, su área de producción preferente se sitúa en el valle del Guadalquivir, pero desde hace varias décadas se constata la existencia de producciones similares en otros puntos de la Bética y Tarraconense para la exportación del llamado aceite de oliva hispano, incluido el propio litoral bético.
La primera vez que se constató de manera fehaciente su producción en la costa bética, fue en el horno numero 3 del alfar de Manganeto (Almayate Bajo, Málaga), situado en la desembocadura del río Vélez y datado entre la segunda mitad del s. I e inicios del s. II d. C. (Arteaga 1985). Durante las últimas dos décadas, se han ido documentando nuevas evidencias de su producción en el litoral malacitano y, en mucha menor medida, también podemos añadir talleres situados en otros puntos del litoral bético (Cara, Rodríguez 1995; García, Lavado 1995; Bernal, Navas 1998; Campos et alii 2004).
Figura 1: Ánforas Dressel 20 del alfar de Huerta del Rincón (Baldomero et alii 1997) |
Con todo, las Dressel 20 producidas en la costa bética apenas aparecen citadas en la literatura científica debido, en gran medida, a la automática identificación de esta forma con el valle del Guadalquivir, donde se concentraría la mayor producción de aceite y de los envases destinados a su exportación. Además, en la actualidad, aunque el número de talleres costeros donde se constata su producción ha ido aumentando, sigue evidenciándose su carácter minoritario en comparación con la masiva producción de ánforas salazoneras producidas en el litoral bético.
En el actual estado del conocimiento, desde el inicio de la producción de Dressel 20, se puede plantear una evolución morfológica similar y paralela a la registrada en el valle del Guadalquivir, que respetó estrictamente los estándares de la tipología para su fabricación y comercio. Incluso, al igual que sucedió en este valle en épocas anteriores a la aparición de la Dressel 20, la producción de las formas ovoides precedentes, Clase 24, Oberaden 83 y Haltern 71 (García et alii 2011), también está constatada en el litoral malacitano (Mateo 2015a; Mateo 2016).