Las arcillas del taller de Llafranc son duras, compactas y bien depuradas, de color anaranjado, beige o rosado, con desgrasante de puntos blancos, mica y cuarzo. Algunas presentaban restos de engobe.
Las arcillas del taller de Santa Cristina d’Aro son de color beige/anaranjado, con presencia evidente de desgrasante de puntos blancos de cuarzo y partículas negras de mica, muy pequeñas.
Para el taller de Llafranc véase el anexo 2 del estudio de Tremoleda (2000).