A excepción de dos estampillas halladas en Badalona (Comas, 1985, 143, fig. 57, 4; Pascual, 1991, 30), el resto de ejemplares procede de Empúries o de su entorno inmediato.
A pesar de que normalmente se había planteado como más probable un contenido vinario para estas ánforas (Tchernia, 1971, 67-69; Tchernia y Zevi, 1972, 2; Nolla, 1974-75, 192) por diversas razones: hallarse en una zona vinícola, la marca ANTH asociada a la fabricación de Dressel 2-4 y la presencia de resina en algún ejemplar, hoy podemos afirmar que eran ánforas destinadas a contener salazones.
Un hallazgo en la villa de Tolegassos, cercana a Empúries, permite asegurar un contenido de conservas de pescado. Se trata de un fragmento de pivote, con restos de escamas de pescado en el interior que tenía dos sellos impresos: ANTH y SVA, que pertenecen a esta producción.
Las posibilidades de que fueran destinadas a contener salazones, un contenido más de acuerdo con su tipología, puede quedar totalmente refrendado en la ciudad portuaria de Empúries, donde no en vano tenemos los restos de una industria en la Neápolis que elaboraba este producto durante el siglo I, la más antigua y una de las únicas conocidas en la zona noroccidental del Mediterráneo. En este sentido, se ha sugerido la vinculación del propietario de la domus nº 1 de Empúries con la factoría de la Neápolis y, en concreto, con un encargado de origen griego (Tremoleda, 2000, 207-208).