Distribution

Los testimonios suelen ser abundantes y se concentran, mayoritariamente, por la vertiente occidental del continente europeo, tanto en contextos civiles como militares. Dos mercados consumidores principales, la ciudad de Roma (Testaccio, 1994; 1999; 2001; 2003; 2007; Rodríguez Almeida, 1984) y los campamentos militares del Limes germano (Remesal, 1986) y británico (Carreras y Funari, 1998).

Content

No existe ninguna alusión explícita al aceite de oliva en las inscripciones pintadas que llevaban escritas estas ánforas; no obstante, otras evidencias así lo confirman. Fue Dressel el primer investigador en demostrar que estas ánforas llevaban aceite, al medir la capacidad en litros de las ánforas y comprobar que la cifra pintada gamma indicaba el peso neto del aceite medido en libras (Dressel, 1878, 162). En las excavaciones del Monte Testaccio suele hallarse aceite cristalizado impregnado en la superficie interna de las bases de las ánforas. En el pecio de La Albufereta (Alicante), varias ánforas Dressel 20 aparecieron llenas de una pasta blanca y cuajada, con abundantes nódulos de grasa, cuyos análisis confirmaron que se trataba de un aceite vegetal saponificado (Fernández Izquierdo, Berni, Aguilera, 2007, 237).