File citation [ ]

Piero Berni, Enrique García Vargas, «Dressel 20 (Guadalquivir Valley)», Amphorae ex Hispania. Landscapes of production and consumption (http://amphorae.icac.cat/amphora/dressel-20-guadalquivir-valley), 23 November, 2016

Download File

Click here to start downloading the last version of this amphora file.

Forma número 20 de la tabla tipológica de Dressel en CIL XV, 2. Se distingue fácilmente de las anteriores formas olearias ovoides por el nuevo cuerpo globular o esférico de paredes gruesas, cuello corto y cilíndrico, pivote pequeño cónico o a botón, asas cortas y gruesas de sección circular y perfil arqueado, borde con tendencia triangular.

Las primeras ánforas de cuerpo globular aparecen al final del reinado de Tiberio como un envase optimizado para el transporte del aceite de oliva, poniendo fin a los tipos ovoides tardorrepublicanos y augusteos conocidos por las formas Ovoide 6, Oberaden 83 y Haltern 71 (figura 1). Se fabrica durante poco más de dos siglos con asombrosa uniformidad formal, obedeciendo a patrones metrológicos y morfológicos bastante precisos y estandarizados, que acataron los alfareros en sus distintas etapas evolutivas. Desaparece en el tercer cuarto del s. III d.C. con el cierre del Monte Testaccio.

 

Figura 1.- Árbol evolutivo de las ánforas olearias béticas (Piero Berni Millet)

Las ánforas Dressel 20 son un excelente fósil director para obtener dataciones relativas con las que datar contextos en las excavaciones arqueológicas de época romana altoimperial. La razón se debe al hecho de haber sido producida durante doscientos años, preservando sus rasgos morfológicos con una fuerte identidad cultural que fue acatada, enteramente y sin apenas variación, en multitud de alfarerías béticas de las riberas de Guadalquivir y Genil.

Los estudios tipológicos sobre estas ánforas son numerosos (Pelichet, 1946, 191; Tchernia, 1964; Beltrán, 1970; Guénoche y Tchernia, 1977; Berni, 1998; 2008). El primer modelo descriptivo más completo y detallado es obra de S. Martin-Kilcher con el abuntante material de las excavaciones de Augst (Colonia Augusta Rauricorum), donde se han obtenido dataciones contextuales para clasificar los perfiles de las bocas en todas sus etapas evolutivas del ánfora Dressel 20 (figura 2).

Figura 2.- Tabla evolutiva de los perfiles de las bocas (Martin-Kilcher, 1987, beilagen 1 y 2)

Otro método con el que obtener dataciones relativas es el descrito por Rodríguez Almeida (1974-1975, 227-238) en base al perfil cambiante de las asas (“spazio interansale”), que se alargan o se encojen por su relación con la altura del cuello, siendo mayor en las más antiguas y menor en las más modernas (figura 3).

Figura 3.- El perfil cambiante de las asas: [1] julio-claudia, [2] flavio-trajanea, [3] antoniniana, [4] s. III d.C. (Berni, 2008, fig. 32)

El proceso de fabricación de un ánfora globular Dressel 20 llegaba a varias semanas, y se hacía en dos momentos distintos (Remesal, 1977-78; Rodríguez Almeida, 1984, 162-164; Berni, 2008, 34-35). En primer lugar se trabajaba el gran cuerpo esférico en base a dos medidas estandarizadas, la altura de la panza y su diámetro máximo, con las que se podía calcular y asegurar la capacidad mínima de aceite a envasar. La gran panza esférica se modelaba en posición invertida con el puntal hacia arriba sobre un plato de torno que seguramente era removible, y que servía también de patrón al alfarero para fijar a mano el diámetro de la gran boca de apertura del cuerpo, donde se le acoplaría más tarde la campana superior con el cuello y la boca. La base del ánfora se dejaba con su agujero de “respiración” en lo alto para airear el interior de la pared y así favorecer el secado del barro. El gran cuerpo globular se llevaba al secadero sobre el soporte utilizado en la propia rueda de torno y permanecía allí, durante varias semanas, pues el grosor de las paredes de este objeto de cerámica obligaba a un secado muy lento. La panza se devolvía al taller una vez seca con el agujero tapado con un puntal. Se volteaba colocándose ya en posición vertical, dejándola descansar sobre un lebrillo que era un utensilio muy necesario para tornear la segunda parte del ánfora. Sobre esta panza se añadía la campana superior recién trabajada con su cuello y su boca. Las dos partes se unían presionando el dorso, justo en la línea de sutura, con un instrumento con forma de mango que, ocasionalmente, llegaba a ser una vieja asa sellada de perfil abastonado (Berni, 2008, 87). Finalmente se añadían las asas, se espatulaba para cerrar los poros y, ya terminada, iba de nuevo al secadero sostenida en posición vertical por su lebrillo (figura 4).

Figura 4.- Etapas de fabricación de un ánfora Dressel 20 (Berni 2008: fig. 1)

 

Images in the Gallery

Dressel 20 A
Amphora from Dressel's exhibition at Mercati di Traiano (Rome) (photography: Juan Moros Díaz)
Dressel 20 F
Amphora from Dressel's exhibition at Mercati di Traiano (Rome) (photography: Juan Moros Díaz)
Dressel 20 B
Amphora from Dressel's exhibition at Mercati di Traiano (Rome) (photography: Juan Moros Díaz)
Dressel 20 C
Amphora from Dressel's exhibition at Mercati di Traiano (Rome) (photography: Juan Moros Díaz)