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Enrique García Vargas, Daniel Martín-Arroyo, Lázaro Gabriel Lagóstena Barrios, «Dressel 10 (Baetica coast)», Amphorae ex Hispania. Landscapes of production and consumption (http://amphorae.icac.cat/amphora/dressel-10-baetica-coast), 04 July, 2016

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Otro de los tipos mal definidos del grupo 7-11, pues a menudo se ha confundido con la Dressel 7 y también con la Dressel 9, debido a las innegables similitudes que entrelazan todas las formas de esta “familia” anfórica. La Dressel 10 es la única forma del grupo que presenta un cuerpo perfectamente ovoide (y a veces de abultado diámetro), característica que se mantiene a lo largo del amplio espacio de tiempo en que fue producida. Aparte de este detalle, lo dilatado de su “vida” activa propició un desarrollo morfológico notable a lo largo del tiempo del resto de sus elementos, desde formas iniciales, morfológicamente similares a sus precursoras inmediatas, las llamadas “ovoides gaditanas”, a morfologías terminales, de indudable parecido formal con las Dressel 11, un tipo este último que supone el “eslabón intermedio” entre las Dressel 10 y las Beltrán IIB.

Como se ha indicado, las Dressel 10 experimentaron un desarrollo tipológico largo y relativamente complejo, lo que dio lugar a lo largo del tiempo a diversas variantes del tipo, todas caracterizadas por un cuerpo ovoide de perfiles muy redondeados. Las propuestas tipológicas anteriores (García Vargas, 1998, 2001, 2010) pueden resumirse ahora en una propuesta articulada de desarrollo formal que viene a ser la siguiente:

1. Una variante inicial (subtipo C: figura 1) propia de los últimos decenios del siglo I a. C. y el  primero del I d. C. y que resulta directa heredera de las ovoides gaditanas de cuerpo redondeado. Con carácter general, puede afirmarse que las Dressel 10 C mantienen sin grandes cambios los rasgos morfológicos propios de sus antecesoras: el cuello corto, las asas de perfil redondeado y de escasa longitud, acordes, pues, con la longitud del cuello; el pivote corto y hueco… Están presentes en los contextos productivos de fines del siglo I a. C. y muy iniciales del siglo I d. C. de la bahía de Cádiz.

Figura 1. Ovoide Gaditana/Dressel 10 del pecio Grand Congloue (Sciallano y Sibella, 1991)

2. Una variante posterior (subtipo B: figuras 2 a 6) que aparece en contextos productivos a partir de época tardoaugustea y/o tiberiana, y cuya presencia en los “mercados” se alarga hasta época flavia. Se diferencian de las del subgrupo anterior por presentar un cuello más desarrollado y, en consecuencia, unas asas más altas que dibujan un perfil característico muy redondeado y arqueado, y que nunca superan la altura del borde. Éste último suele ser muy moldurado, con la moldura superior muy desarrollada y la inferior marcada en forma de listel o de pronunciado escalón de separación con el cuerpo. En los ejemplares más antiguos (augusteos y julio-claudios: figuras 2 a 4) la moldura superior se presenta redondeada o engrosada, mientras que en los de época flavia (figuras 5 y 6), se ha convertido en un apéndice triangular muy exvasado, similar al borde de las Beltrán IIB, de las que se diferencian al conservar claramente marcada la transición entre el borde y el cuello, es decir, la moldura inferior de aquél. En todos los casos, el pivote del ánfora es cilíndrico y hueco, ganando en altura en los ejemplares más tardíos, en los que alcanza fácilmente los 20 cm., por lo que resultan prácticamente indistinguibles de los pivotes de Dressel 11 y Beltrán IIB.  Como variante peculiar del subtipo B de Dressel 10 cabe señalar la existencia de un grupo de contenedores que comparten rasgos distintivos de las Dressel 9 y las Dressel 10 (figura 7) y que, por lo mismo, han recibido la denominación genérica de la Dressel 9/10 (Bernard, 2008; García Vargas y López Rosendo, 2008). Presentan las asas de perfil curvo propias de las Dressel 10, pero con la altura propia de las asas de la Dressel 9, ya que el cuello de estos ejemplares tiene un desarrollo en longitud similar al de la Dressel 9. El cuerpo es, como en Dressel 10, mayoritariamente ovoide y el pivote terminal resulta en todo similar al de las Dressel 10 B augusteo-tiberianas, es decir, cilíndrico y hueco, pero algo más reducido en altura que el de los ejemplares tardíos de dicha variante.

Figura 2.- Dressel 10B del pecio Moro Boti (Veny y Cerdá, 1972) Figura 3.- Dressel 10B del depósito de Porte d’Orée (Laubenheimer et alii, 1991)

3. Existe, finalmente, una variante peculiar (subtipo D) que se documenta ya en contextos augusteos y que se conoce también bajo la denominación  de Dressel 10/Longarina 2. Los ejemplares más antiguos del tipo se confunden a menudo con las Haltern 70 debido al enorme parecido del tercio superior de ambas producciones, que presentan cuello alto, borde  de sección rectangular sin molduración exterior y asas altas y rectas.  Las diferencias entre ambos tipos está en la forma del cuerpo, que en la Dressel 10/Longarina 2 es claramente ovoide y relativamente abultado en comparación con Haltern 70, y, sobre todo, en el pivote, pues este elemento en Dressel 10/Longarina 2 es hueco –y no macizo como en Haltern 70-, y presenta un perfil característico de forma cónica muy abierta. La profundidad cronológica de este subtipo es desconocida, pero la existencia de un ejemplar completo con borde muy evolucionado en los fondos del Museo de Cádiz (figura 8) parece indicar una perduración hasta época julio-claudia al menos.

Figura 4.- Dressel 10B del pecio Port Vendres II (Colls et alii, 1977) Figura 5.- Dressel 10B del depósito de Estagnon (Marti y Zaaraoui, 2009) Figura 6.- Dressel 10B del depósito de Estagnon (Marti y Zaaraoui, 2009)