Los ejemplares de fabricación regional de la factoría de salazones de Baelo Claudia se fechan en las décadas de los años treinta o veinte del siglo II a. C. que debe ser el momento de arranque de las primeras imitaciones de Dressel 1 en la Ulterior, y que coincide con las dataciones propuestas para el alfar de la calle Pery Junquera, en San Fernando. En cuanto a las imitaciones de Dressel 1C, deben haber comenzado a producirse hacia el primer tercio del siglo I a. C., una fecha que coincide con la propuesta para las primeras Dressel 1 del valle del Guadalquivir (García Vargas, Almeida y González Cesteros, 2012) y que cuadra bien con el intervalo cronológico de las Dressel 1C canónicas (siglo I a. C.). Los ejemplares más antiguos conocidos de Dressel 1C deben ser los del complejo 14 del Cerro del Mar (ca. 80-70 a. C.) y los de la fase I del alfar gaditano de la calle Gregorio Marañón de Cádiz que han de ser reubicados cronológicamente en la primera mitad del siglo I a. C., con un inicio tal vez en los primeros decenios del mismo (Sáez Romero, 2008). Los de El Rinconcillo han sido datados en estas mismas fechas (Bernal Casasola y Jiménez-Camino Álvarez, 2004), aunque otros autores mantienen una cronología ligeramente posterior dentro del tercio central del siglo I a. C., al menos para los materiales de la intervención de 1991 (García Vargas, Almeida y González Cesteros, 2012).
Las Dressel 1A de la Ulterior costera de cronología más reciente comparecen en niveles inmediatamente preaugusteos del Cerro del Mar (Málaga), sin que hubiesen sido documentadas con anterioridad en el yacimiento (Arteaga Matute, 1985, 218, complejo 10). En cuanto a las Dressel 1C, los últimos ejemplares de la forma han sido fechados en alfar de El Rinconcillo (fases IV y V) hacia el cambio de Era. En la bahía de Cádiz los contextos augusteos tempranos de alfares como Gallineras o Cerro de los Mártires ya no incluyen la producción de Dressel 1, completamente sustituidas por el repertorio “clásico” de las Dressel 7-11 gaditanas. Las Dressel 1C de los contextos augusteos de alfares como el del Jardín de Cano en El Puerto de Santa María (López Rosendo, 2010) o el de Rabatún, en Jerez de la Frontera (García Vargas y López Rosendo, 2008) son minoritarias y claramente residuales, incluso empleadas como elementos de construcción, lo que parece sugerir un punto final para Dressel 1C en la década de los 30 del siglo I a. C. (no obstante remitimos a los nuevos datos de Javier de Burgos con posible perduración en el siglo I d. C., si no se trata de material residual: Navarro García et alii, e. p.). En cuanto al fin de las Dressel 1C de El Rinconcillo, creemos que deben ser situadas en torno a la década de los 30 del siglo I a. C. para la fase IV (García Vargas, Almeida y González Cesteros, 2012, con argumentos tipológicos) y en las décadas finales del siglo I a. C. para la fase V, siendo las Dressel 1 de este último horizonte seguramente ya residuales. No se puede descartar, por tanto, una perduración regional o local ni en Cádiz, ni en Algeciras, ni en el Cerro del Mar, donde las Dressel 1C locales de los complejos 9 y 8 se fechan entre las últimas décadas del siglo I a. C. y las primeras del I d. C. por la presencia de TSI.
El origen formal del tipo está sin duda en sus referentes tipológicos: las Dressel 1 itálicas. La evolución local puede haberse producido de forma paralela a partir de las grecoitálicas regionales (Sáez Romero y Díaz Rodríguez, 2007) en los alfares activos en el último tercio del siglo II aC. No existen, sin embargo, evidencias acerca de conexiones morfológicas entre Dressel 1 A, B y C que las hagan derivar a unas de las otras, sino que más bien se trata imitaciones locales de las variantes canónicas respectivas.
En lo que respecta al origen regional, las Dressel 1 de la Ulterior debieron comenzar a producirse en los alfares de la bahía de Cádiz y en los de la costa mediterránea casi simultáneamente, habiendo indicios por ahora en la isla de San Fernando de una derivación de Dressel 1A a partir de las Grecoitálicas de Pery Junquera. Durante todo su intervalo de producción se mantuvo su manufactura simultánea en varios focos, destacando las series de Dressel 1C fabricadas en alfares de la isla de Cádiz y en la campiña litoral gaditana, el entorno de Carteia (cfr. El taller de El Rinconcillo y otros posibles en el ámbito litoral cercano a la Colonia Libertinorum: Bernal et alii, 2011) y la costa mediterránea, con un centro productor probable en las inmediaciones del Cerro del Mar, la antigua Maenoba.