La aparición de las Oberaden 74 se efectuaría en el último tercio del siglo I a.C. La base plana es una tradición que se desarrolla en Occidente a finales del siglo I a.C. en el momento en el que se inicia la verdadera romanización de las regiones interiores, tanto en Hispania como en Galia. La actividad urbanística del inicio del principado de Augusto en el valle del Ebro, que trajo de la mano el asentamiento de veteranos y la creación de las colonias de Celsa y Caesaraugusta, llevó aparejada la difusión del modo de vida romano por toda esta zona interior, utilizando el río como la principal vía de penetración. Lo mismo puede decirse en el caso de las Galias, donde el imponente sistema fluvial fue el mejor vehículo de difusión de la romanidad por las regiones de cultura celta conquistadas por César.
El periodo de máxima difusión se centraría entre el 20 a.C. y el 20 d.C., apareciendo los últimos ejemplares en contextos de mediados del siglo I d.C., como Billingsgate, Celsa o El Palao (Carreras y González Cesteros, 2012 a y b).
El inicio de su producción en el sur del conventus Tarraconensis, o más en concreto en las tierras del bajo Ebro, parece hoy en día fuera de duda. Tipológicamente parece tratarse de una nueva solución que se está dando en varios lugares de manera coetánea y que tiene que ver con el transporte por vía fluvial (Carreras y González Cesteros, 2008; García Vargas, Almeida y González Cesteros, e.p), por lo que en un principio no existirían precedentes formales claros.
Existe una producción minoritaria de Oberaden 74 en algunos talleres de la Narbonense, donde recibe el nombre de Gauloise 8 (Laubenheimer, 1985). Creemos que se tratan de imitaciones de un tipo de envase que empieza a resultar bien conocido en el sur de Galia.