En lo que respecta a su distribución, también es escasamente conocida para la variante del Guadalquivir. Una primera atribución a este origen aparece en una ánfora identificada en Colchester (Sealey 1985; Williams, 1985), también en las presentes en Astorga (Carreras y Berni, 2003) y en Xanten u Oberaden (Carreras, 2006). Por lo tanto, en nuestro actual estado del conocimiento, parece que las Dressel 2-4 del valle del Guadalquivir tenían una distribución fundamentalmente atlántica: Torre D’Aires (Tavira), Castelo das Juntas (Castro Verde), San Cucufate, santuario de Endovélico, Castelo da Lousa, Nª Sra. De Aires, Lisboa (varios lugares), Monte da Cegonha (Beja), Santarem o Conimbriga (Almeida, 2008, 138) y Bracara (Morais, 1998). También están presentes en el Levante hispano en lugares como Duances, Tossal de Manises, Cartagena, Ilici, Portus Ilicitanus (Molina, 1997); así como en puntos de la costa catalana como la villa de Pergoles o Barcino. Por supuesto, las Dressel 2-4 del Guadalquivir también alcanzaron los mercados de la ciudad de Roma (Rizzo, 2003; Carandini, 2006).
Uno de los grandes problemas para el conocimiento de la distribución de las Dressel 2-4 del valle del Guadalquivir es que un buen número de yacimientos europeos definen la tipología de Dressel 2-4 bética, sin especificar si se trata de ánforas producidas en la zona costera de la provincia o en el interior. Para evitar errores, tan sólo se incluyen aquellos ejemplares que se han identificado como procedentes del valle del Guadalquivir.
Se supone que el vino era su principal contenido, deducido de la morfología del recipiente.