Es la variante bética de este envase vinario de tradición itálica. No se conservan ejemplares completos de la forma, pero ha de suponerse, de acuerdo al perfil del tipo de referencia, un cuerpo cilíndrico carenado en los hombros, con largas asas con perfil superior arcado por un pronunciado “codo”, y pivote cilíndrico macizo rematando el cuerpo. Por lo general las asas son falsamente geminadas, es decir, no se obtienen mediante la unión de dos bastones independientes de sección circular, lo que es característico de casi todas las versiones del tipo, sino que se consigue un efecto similar confeccionado una sola asa de cinta y realizando una acanaladura en la superficie dorsal y otra en la interior (figura 1). A veces no se realiza más que el citado surco dorsal.
Figura 1.- Ejemplos de asas (A.- Dehesa de Arriba; B.- La Serrezuela) y bases (C.- Dehesa de Arriba) de Dressel 2-4 del Guadalquivir |
En cuanto a la forma del borde, los ejemplares más antiguos (no documentados aún en los centros productivos), presentan un borde asimilable a la morfología “clásica” de la forma: verticales, redondeados y con ligero engrosamiento externo. Sin embargo, los ejemplares tardíos (e inéditos) de la Plaza de la Encarnación de Sevilla (épocas flavia y antonina inicial) llevan siempre un borde muy robusto de sección cuadrada que crea una banda lisa al exterior, lo que no es habitual en ninguna de las versiones mediterráneas de esta morfología anfórica (figura 2). A partir de los escasos fragmentos de asas y pivotes conocidos de alfares como La Serrezuela o Saetilla (Palma del Río, Córdoba) y la Dehesa de Arriba (Posadas, Córdoba) puede suponerse la fabricación de varios estándares o tamaños de Dressel 2-4 en los alfares del Guadalquivir.
Figura 2.- Dressel 2-4 del Guadalquivir procedentes de los niveles altoimperiales de las excavaciones en la Plaza de la Encarnación de Sevilla |