Typological evolution

La escasez de contextos y ejemplares completos publicados, así como el hecho de que las atribuciones certeras a ejemplares de producción costera sean por ahora limitadas, delinean un panorama forzadamente efímero en el cual aún debemos atender a la evolución general de la forma que en su día ya señaló Pellicer (1982, 390) para las producciones del Bajo Guadalquivir. Suponiendo que las producciones costeras compartiesen estas pautas generales del interior, probablemente el cuerpo con el tiempo fuese perdiendo la tendencia ovoide-apuntada característica de los ejemplares más antiguos de la familia, para acilindrarse acusadamente en las variantes que constituyen plenamente el tipo Pellicer D (figura 1, D-4). Por su parte, los bordes parecen evolucionar en paralelo desde perfiles engrosados que se señalan claramente por la cara exterior hasta para poco a poco finalmente tan sólo indicados: sintetizando (quizá excesivamente), podríamos decir que serían más antiguos cuanto más engrosados y marcados en la cara externa y más recientes los que prácticamente apenas si se señalan al exterior. No obstante, la aparición de ejemplares con bordes claramente diferenciados en los mismos contextos, a veces conjuntos cerrados sin intrusiones de otras épocas, nos obliga a tomar esta máxima general con reservas, dado el estado de incipiencia de la investigación. La transición entre ambos grupos de bordes parece advertirse a lo largo de la primera mitad del siglo III a.C., quedando a partir de entonces los desprovistos de resaltes pronunciados al exterior en progresivo retroceso hasta desaparecer antes de la transición al siglo II a.C. Por ahora no es posible asegurar que el acilindramiento de los cuerpos y el desarrollo de fondos acabados en pequeños botones o pivotes tuviese un recorrido cronológicamente paralelo (es decir, que tuviesen una correlación con la simplificación de los bordes), ni tampoco es posible discriminar las razones específicas de esta tendencia morfológica. En este apartado cabe ser cautos aún respecto a una configuración debida a una influencia directa exógena, y cabe más bien apuntar hacia una progresiva adaptación hacia formas acilindradas (en creciente expansión en el área púnica mediterránea desde el siglo IV a.C.) en un proceso similar al observado en las producciones fenicias costeras, quizá en relación a cambios en las infraestructuras y modelos de transporte y comercialización.

Visual characteristics

Borde: Se trata, en realidad, de una prolongación del cuerpo, engrosados en su cara interna y más o menos señalados al exterior. Se reconocen ocho variantes (figura 4) dentro de la forma general (Niveau de Villedary, 2002, 237-239). El Tipo 1 se caracteriza por su borde saliente, bien marcado, de sección carenada, que origina un escalón abrupto. El Tipo 2 también es bien visible al exterior, pero en este caso presenta un perfil redondeado. El siguiente tipo, el 3, puede considerarse un tipo de transición entre los dos anteriores, caracterizados por el engrosamiento exterior, y los siguientes, en los cuáles el borde apenas queda señalado en su cara externa. Este borde se acorta sensiblemente hasta convertirse en una suave protuberancia. Los bordes correspondientes al tipo 4 aún se engrosan por la cara externa y se separan del resto del cuerpo por un pequeño escalón, definiéndose por el característico perfil en doble curva.

En el Tipo 5 se advierte ya como el borde va perdiendo la tendencia vertical que caracterizaba a los ejemplares anteriores. A partir de éste la tendencia será a la horizontalidad y el labio termina siendo, en la práctica, una mera prolongación de la pared. En este caso el borde, de sección levemente cóncava o convexa, se separa del resto del cuerpo por la cara externa mediante un ligero escalón, mientras que se ensancha al interior adquiriendo un suave perfil almendrado. En un paso más, el labio del Tipo 6 pierde definitivamente el anterior engrosamiento y queda señalado al exterior únicamente por un leve rehundimiento que le confiere una apariencia ligeramente convexa, y que provoca que éste quede separado del cuerpo por un suave listel. El Tipo 7 es parecido al anterior, la única diferencia es que el listel que separaba labio y espalda en aquel, se sustituye ahora por una incisión más o menos marcada según los ejemplares. Y para terminar, en el último estadio de la simplificación formal, dentro del Tipo 8 nos encontramos con los ejemplares que han perdido por completo cualquier distintivo entre borde y espalda. Éste tan solo se señala en el interior, presentando el típico perfil almendrado, aunque en ocasiones la pared se inflexiona formando un leve pellizco justo a la altura de la boca, originando un pequeño reborde exterior.

Figura 6.- Ordenación tipológica de los bordes (según Niveau de Villedary, 2002, figs. 5 y 6)

No existe una evolución lineal entre estas variantes de borde, aunque las dos primeras (y quizá la número 4) parecen relacionarse con tipos precursores de la serie o con individuos iniciales, siendo más frecuentes en el tramo medio del siglo III a.C. El resto, significativamente las variantes 6-8, parecen ser las características del tipo desde entonces, perdurando con escasas variaciones hasta la extinción de la producción, siendo a lo largo del siglo II a.C. cada vez más extraña la presencia de resaltes, incisiones o rebordes que diferencien la pared del labio propiamente dicho. No se observa en la estructura de estos bordes la presencia de resaltes o zonas para el ajuste de opérculos y se conocen ejemplares directamente asociados a métodos de hermetización, por lo que por el momento no es posible avanzar en el análisis de esta parcela relacionada con su uso comercial.

Cuello: Ausencia total de cuello.

Asa perfil: tubulares, de pequeño tamaño (parecen reducir su porte con el paso del tiempo), similares a las que presentan el resto de formas púnicas, argumento que se ha esgrimido con frecuencia para defender la filiación semita de la forma. Se colocan en el tercio superior del ánfora, normalmente justo en la zona de transición entre el cilindro principal y la pared que conforma la transición hacia la boca. En general presentan perfiles algo arqueados o proyectados en los ejemplares más antiguos, mientras que la tendencia semicircular parece imponerse a partir del tramo final del siglo III a.C. Resulta relativamente frecuente la aparición de acanaladuras (realizadas con el dedo del alfarero) situadas a todo lo largo del perímetro exterior de las asas, más abundantes en los ejemplares de transición o variantes más antiguas, acompañados normalmente por digitaciones en los arranques superiores o inferiores, dispuestas a fin de garantizar la sujeción del asa a la pared.

Asa sección: de tendencia circular, en ocasiones caracterizada por la presencia de la depresión semicircular dejada por las referidas acanaladuras verticales.
Hombro: La boca, relativamente estrecha, se abre directamente a partir de los hombros, que se inflexionan abruptamente para formar el cuerpo del envase. Aunque no se distinguen del resto del cuerpo, sino que son una última prolongación del mismo, destaca su tendencia redondeada que proyecta la pared hacia la boca desde el cilindro principal del cuerpo.

Cuerpo: Morfológicamente nos encontramos ante envases alargados, de gran capacidad y paredes relativamente finas en relación con el tamaño de los recipientes. El perfil del cuerpo, en un principio ovoide, con el fondo apuntado, tiende con el tiempo a acilindrarse, aunque a veces se estrangula hacia la mitad del envase, dando lugar al típico perfil sinuoso que presentan algunos ejemplares, algo más anchos en su mitad inferior. Probablemente esta irregularidad deba relacionarse con la zona de ajuste o conexión de las dos partes en que estaban fabricadas estas ánforas, si bien normalmente dicha unión queda disimulada por el fino recubrimiento arcilloso exterior.

Base: fondos apuntados, de tendencia ojival, en ocasiones rematados por un apéndice a modo de incipiente pivote.

Figura 7.- Ejemplares completos o casi completos procedentes del Castillo de Doña Blanca y poblado de Las Cumbres (Niveau de Villedary, 2002, fig. 4)

 

Metrology Value
Maximum height (cm) 100-110
Maximum width (cm) 30
Maximum rim diameter (cm) 11-12 (interior)
Container weight (kg) -
Typical Capacity (Lt) -