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Dario Bernal Casasola, «Dressel 30 (Baetica coast)», Amphorae ex Hispania. Landscapes of production and consumption (http://amphorae.icac.cat/amphora/dressel-30-baetica-coast), 09 July, 2016

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Durante un estudio iniciado sobre las ánforas tardorromanas de la Bética en los años noventa del siglo pasado se identificaron diversos bordes apuntados, vinculados a ánforas de reducidas dimensiones con asas de cinta procedentes de contextos malacitanos, que fueron considerados como del tipo Dressel 30 (Bernal, 1997 a, 249 y 257, nº 7-9; Bernal 1998 b, 547-548). Poco tiempo después se identificaron estas formas asociadas a centros de producción alfarera, tanto en el litoral de Málaga, en la Finca del Secretario (Villaseca, 1997, 267, fig. 3) como en la figlina granadina de Los Matagallares (Bernal, 1998 a, 276-282), lo que confirmó su autoctonía andaluza.

Figura 1.- Dibujo y fotografía de una Dr. 30 completa de Los Matagallares (Bernal, 2009, 51, fig. 14)

Posteriores hallazgos de algunos ejemplares inéditos en este último alfar (Bernal, Lorenzo y Navas, 2004, 504, figura 23), recientemente publicados in extenso (Bernal, 2009, 51-52, figs. 14 y 15) permitieron completar la definición integral de la forma (figura 1), hasta entonces conocida únicamente en estado fragmentario. Precisamente por ello, se propuso en un primer momento que estas ánforas podrían relacionarse con el tipo Keay XLIX (Bernal, 2001, 289 y 347, fig. 23), de las cuales únicamente se conocía un ejemplar (figura 2), cuya zona de manufactura y clasificación restaba totalmente imprecisa hasta la fecha (Keay, 1984, 263-264).

Figura 2.- Ánfora del tipo XLIX de Keay (1984, 82, fig. 22, 9)

Indicar, en relación a la nomenclatura de esta forma, que el nº 30 de la tabla tipológica de Dressel es una forma controvertida, que algunos autores han relacionado con las Gauloise 4 gálicas (Laubenheimer, 1985, 44-46) y otros con las ánforas de la Cesariense. Se trata de un envase de cuerpo piriforme invertido y pivote cónico evolucionado de los fondos planos, que se ajusta bien a la morfología de estas ánforas béticas, que ahí que se haya considerado conveniente mantener esta denominación (Bernal, 2001, 289). Otros autores en fechas más recientes también utilizan este apelativo genérico para definir las imitaciones africanas de formas gálicas, como sucede con el denominado tipo 60 de Bonifay (2004, 148-149). De manera que a medio plazo será posible disponer de un variado elenco de Dr. 30 cuyo calificativo de origen permitirá precisar la procedencia.

Figura 3.- Bordes de las variantes A, B, C y D de las Dr. 30, definidas en Los Matagallares

Anatómicamente estos envases se caracterizan por presentar una boca muy estrecha, con bordes muy marcados al exterior por una banda, y de dimensiones muy reducidas. En el taller de Los Matagallares se ajustan a cuatro variantes diversas (A o de borde biselado; B o de borde vertical; C o de borde triangular y D o de borde atrofiado), aunque en este alfar todas ellas aparecen en los mismos contextos sin indicio alguno de diacronía (figura 3). El cuello es cilíndrico o troncocónico, de escaso desarrollo en altura, en cuya parte intermedia o alta parten las asas, las cuales descansan sobre el cuerpo del recipiente. Dichas asas son muy características, de cinta, con trayectoria de cuarto de círculo pero con una sinuosa carena que separa ambos tramos, de tendencia general horizontal y vertical respectivamente. Presentan una acanaladura dorsal muy marcada, a modo de gran surco en un asa de sección maciza de sección ovalada, presentando en ocasiones una notable disimetría respecto al eje general del envase, al menos en Los Matagallares, quizás por defecto de pericia de los alfareros, que las torcieron al fijar su parte inferior (Bernal, 2009, 51, fig. 14 y 15). El cuerpo del ánfora es de tendencia piriforme invertida, con su tercio superior curvilíneo, en el cual se encuentra su mayor diámetro. Una de sus características básicas –al menos en los ejemplares de la Bética oriental que hoy conocemos completos- es el total estriado de su panza, como también sucede en otras formas similares (Beltrán 68). El pivote es cilíndrico o de suave tendencia troncocónica invertida, con la base plana, cuya parte central aparece marcada por un botón exterior.