Se trata de uno de los tipos que ha aportado más datos en esta parcela en las últimas décadas, asociándose estos individuos sellados tanto a contextos de producción como de consumo, quedando por ahora restringida la dispersión de los ejemplares a los límites de la bahía gaditana (figura 8). Esta relación fluida de las T-12112 con el fenómeno del estampillado anepígrafo local del siglo II no debe extrañar a la luz de la reciente documentación de ejemplares sellados del tipo precursor T-12111/2 en un pozo de la necrópolis gaditana fechado en momentos prerromanos (Niveau, 2009, 124), estampilla circular no legible con nitidez situada junto al asa por debajo de la altura de la carena de los hombros. Asimismo, hay que destacar que estas T-12111/2 han proporcionado uno de los pocos ejemplos de grafitos epigráficos realizados precocción en los talleres gadiritas, caso del fragmento amortizado en el relleno del horno 4 de Torre Alta con la representación de una letra púnica aleph (Sáez, 2008; Zamora, 2010: 348-351).

Figura 8 - Resumen de la posición habitual de los sellos estampados sobre T-12112 o morfologías inmediatamente precursoras, e iconografías más significativas documentadas hasta el momento (a partir de Sáez, 2008)

Los hallazgos de los últimos años han confirmado y reforzado las primeras evidencias de estampillado aportadas por la campaña de 1987-1988 desarrollada en el propio alfar de Torre Alta, en cuyos contextos pudieron ser identificados hasta tres cuños impresos sobre T-12112 o morfologías inmediatamente precursoras (De Frutos y Muñoz, 1994). La excavación de los hornos 1 y 2 permitió analizar las secuencias de amortización y uso de estas estructuras, cuya vida se situó inicialmente entre los siglos IV/II, reubicándose posteriormente entre el final del III y la primera mitad del II a.C. (García Vargas, 1998), sin que haya podido clarificarse completamente la asociación tipológica de los mismos (al ser fragmentos amorfos) y si el proceso de relleno de las estructuras fue rápido o progresivo (perdurando mucho después del abandono de las estructuras). Los sellos correspondían, por una parte, a dos cuños circulares diferentes con la representación de rosetas (figura 9, 5), mientras que por otra el tercer tipo de sello correspondía a una cartela pseudo-rectangular enmarcando una versión del símbolo de Tanit (figura 9, 6) diferenciada de la documentada coetáneamente sobre T-9111 y grecoitálicas de imitación (Sáez, 2007; 2008a).

Figura 9 - Asociación de elementos epigráficos a la tipología de los envases:  hallazgos asociados al horizonte de abandono del saladero gaditano de San Bartolomé (1 y 7) (cortesía de M. L. Lavado); individuo con sello ilegible utilizado como cubierta de un enterramiento (2) (dibujo cortesía de D. Bernal); sello con iconografía hercúlea sobre T-12110 local del Castillo de Doña Blanca (3) (fotografía D. Bernal y Proyecto Sagena);  individuo fragmentario del horizonte de producción tardío de Torre Alta (4) (cortesía de V. Castañeda); sellos documentados en la campaña de 1987-1988 de Torre Alta (5-6) (fotografía A. Muñoz); fragmento de cuerpo con sello de roseta recuperado en el sector de necrópolis de la calle García Carrera de Cádiz (8) (dibujo A. Muñoz);  y fragmento del tercio central de una T-12110 con sello de posible iconografía de Tanit procedente de la T-14 de la intervención de 1986 en el Chalet Varela de Cádiz (9) (cortesía de D. Bernal y Proyecto Sagena)

Campañas posteriores en el alfar han aportado nuevas evidencias de interés. En concreto, la excavación de una nueva pareja de hornos en 1997 (Arteaga et al., 2001) permitió documentar un tramo del cono superior de una T-12112 en el Estrato 2 del Horno I, el cual presentaba un sello de cartela circular con representación del símbolo de Tanit, de compleja lectura debido a una impresión deficiente con escaso relieve (figura 9, 4). El contexto de amortización de este horno, relacionado con las fases más tardías de la actividad del alfar, parece situarse en torno al tercer cuarto del siglo -II, lo que sugiere que el estampillado de estas ánforas en este centro perduró hasta sus momentos terminales.

Estas evidencias de Torre Alta mostraban ya con nitidez algunas de las características más significativas del estampillado de estas T-12112: por una parte, la colocación de las estampillas siempre en el cono superior del cuerpo, preferentemente en su parte baja; y por otro, la preferencia por cuños circulares o pseudo-rectangulares, siempre con iconografías y carentes de referencias epigráficas.

El alfar de Pery Junquera, un centro dotado de estructuras aparentemente activas a lo largo del siglo II a.C. (González et alii, 2002; Lagóstena y Bernal, 2004, 78-79), también ha aportado algún testimonio de la extensión de esta práctica a otras alfarerías insulares gadiritas. A pesar de que se ha reiterado la inexistencia de sellos sobre las producciones del taller (Lagóstena, 2002, 214), algunas piezas expuestas en el museo municipal de San Fernando parecen apuntar en sentido contrario: en concreto, en la sala IV podemos ver actualmente la mitad o dos tercios superiores de un individuo evolucionado de T-12112, con asas pequeñas por debajo de los hombros y labio casi vertical e irregular, que presenta un estampilla muy mal conservada en cartela rectangular en la zona baja del inicio del cono superior del cuerpo, casi por encima de la transición a la zona de inflexión del diámetro máximo. Las dimensiones y posición de la estampilla (que por su mal estado no puede ser asociada a una iconografía concreta) parecen corresponder con los parámetros documentados en el caso de las T-12110 de Torre Alta, insertando a Pery Junquera en lo que cada vez más parece que fue una dinámica generalizada aunque minoritaria en los alfares gadiritas. La cronología de la estampilla resulta compleja de establecer sin información adicional sobre el contexto de hallazgo de la pieza, si bien la tipología del envase que la porta parece remitir a un estadio evolucionado de la forma, en algún momento de la segunda mitad del siglo II a.C.

Recientemente otros centros industriales han sumado nuevos y sugerentes elementos al catálogo de sellos estampados sobre T-12112. En concreto, nos referimos a dos ejemplares exhumados en contextos diversos del saladero de la calle San Bartolomé de Cádiz: por un lado, los dos tercios superiores de un individuo abandonado en el exterior del edificio principal sobre el suelo, el cual portaba un sello en cartela circular con representación de un pez y una esfera solar (figura 9, 1); por otro, un fragmento correspondiente al tercio central de un envase documentado en el interior de un pequeño horno anexo al edificio de la factoría, perteneciente a su fase final de actividad situada en el tramo postrero del siglo II a.C. (figura 9, 7). Este último presentaba de nuevo las características habituales de colocación, con una iconografía de compleja lectura (¿ancla? ¿esquematización del símbolo de Tanit?) y deficiente calidad de impresión.

La necrópolis gaditana también ha aportado evidencias del abundante sellado de las T-12112, conociéndose ejemplares inéditos que representan a Tanit, una pareja de delfines, etc. La documentación publicada por ahora es exigua, y se restringe al ejemplar localizado en las excavaciones preventivas realizadas por el Museo de Cádiz en la calle García Carrera de Cádiz en 1982 (figura 9, 8). La vigilancia arqueológica deparó el hallazgo de un sector de necrópolis romana, así como de un tercio intermedio de un ánfora gadirita del tipo T-12112 con un sello (roseta de ocho pétalos) impreso en la zona baja del cono superior del cuerpo (Muñoz, 1987a). Al igual que en el caso anterior, la cronología del envase sellado no puede precisarse en base a su contexto arqueológico, aunque guiándonos de nuevo por la morfología evolucionada del tipo (con carenaciones poco marcadas y evidente tendencia al acilindramiento) podemos situar la época de producción del mismo en la segunda mitad del siglo II a.C.

Otros casos de este tipo de estampillado sobre individuos tardíos del T-12110 han sido localizados también en otros sectores de la necrópolis tardopúnica gaditana, caso de las excavaciones en el Chalet Varela en el año 1986 (figura 9, 9), con un ejemplar asociado quizá a la cubierta de la T-14 (información cortesía del Proyecto Sagena). A este grupo debemos unir un individuo de transición entre T-12111/2 y T-12112 sellado con una estampilla pseudo-rectangular en la zona baja del cono superior (figura 9, 2), usado en la primera mitad del siglo II a.C. también como parte de la cubierta de un enterramiento de inhumación junto a otras ánforas locales e importadas (algunos datos complementarios en Arévalo, 2010, 25). A buen seguro, el número de individuos sellados utilizados durante el siglo II como partes de la cubrición de las tumbas o hitos delimitadores de los espacios funerarios gaditanos debió ser mayor, y probablemente su número aumentará en los próximos años a partir de revisiones de materiales y nuevas intervenciones. En cualquier caso, parece un indicio más a favor de una circulación restringida de estos envases, muy concentrados en el propio circuito interno de la bahía en ciclos de amortización aparentemente rápidos.