Majuelo I (Baetica coast)

Las ánforas del tipo Majuelo I fueron definidas como tales en 1997, como resultado del estudio de las ánforas de la factoría de salazones granadina de El Majuelo en Almuñécar, de donde tomaron su nombre, al proceder de aquí el único ejemplar completo conocido de esta forma (figura 1), que originalmente fue dado a conocer como emparentable con la Beltrán 72 (Molina y Nestares, 1983, 359), con la cual muestra no pocas semejanzas. Su identificación en centros de producción alfarera de la costa de Granada, como fue el caso de Los Barreros en Salobreña, verificó su manufactura en la zona oriental del conventus Gaditanus (Bernal y Navas, 1998, 75). Teniendo en cuenta dichos precedentes y debido a su interés y singularidad, desde entonces ha sido considerada tradicionalmente como un tipo manufacturado en la Bética tardorromana (Bernal, 2001, 300-301, 361, fig. 37), incluido en las síntesis regionales de referencia (García Vargas y Bernal, 2008, 669-670, fig. 5, nº 8).

Figura 1.- Ánfora del tipo Majuelo I (Bernal, 1997, lám. DIII, nº 1215)

Se trata de un envase de dimensiones medias (80-90 cms. de altura total), cuya característica básica consiste en presentar una amplia boca, que coincide prácticamente en anchura con la parte central y alta del cuerpo, careciendo, por ello de hombros. Estas características las relacionan con envases destinados al almacenaje de sólidos o semi-sólidos por su propia concepción orgánica, de ahí que, salvando las distancias cronológicas, se haya emparentado con las ánforas del tipo T-9111 de Ramon, pensando que estuvieron preconcebidas para el almacenaje de tacos de pescado salado -salsamentum- (Bernal, 2004, 330-332). Actualmente conocemos otros envases de amplia boca destinados a la comercialización de pescado salado en diversos lugares del Mediterráneo, como acontece con las denominadas “ánforas tubulares” sicilianas del s. II y quizás I a.C. (recientemente Pascual y Ribera, 2013, 282-283), posibles precedentes de la amplia y compleja familia de las Dressel 21-22 itálicas, una parte de cuya producción es claramente calabresa-peloritana y de Sicilia Occidental, y cuya cronología se prolonga hasta finales del s. I o inicios del s. II d.C. (Botte, 2009, 120-159). Estos datos permiten ir recomponiendo los tramos centrales de dicha secuencia, y permiten plantear que debieron existir en otras provincias mediterráneas –como en la propia Hispania- envases de similares características durante el Alto Imperio, una línea de investigación a desarrollar en los próximos años.

Las ánforas del tipo Majuelo I  presentan por tanto una amplia boca (15-20 cms. de diámetro), con borde no diferenciado de la pared, cuya tipología ha permitido la identificación de dos variantes (figura 2). En la primera de ellas o variante A el borde no se diferencia de la pared salvo por alguna tenue carenación en su parte exterior, siendo sensiblemente exvasado (figura 2 A); mientras que en la segunda (variante B) el exvasamiento es mucho más pronunciado, lo que provoca que el borde presente una típica sección triangular. Las asas son grandes, con una impostación angulosa en su parte alta y una sección ovalada que las aleja notablemente de sus homólogas más cercanas, las Beltrán 72, que nacen del borde. Un ejemplar completo de Bracara Augusta, de pasta bética, posiblemente esté emparentado con esta forma, aunque en su caso el nacimiento de las asas del plano superior del borde ha inducido a considerarlas del tipo Beltrán 72 (Morais, 2005, vol. I, 117; vol. II, 117, nº 341).

Aunque contamos con un único ejemplar completo, lo que impide saber si ambas variantes se ajustan o no a la misma tipología, el cuerpo del recipiente es cilíndrico en su parte superior, cuyas paredes inferiores se amplían de diámetro, dando lugar a una característica morfología globular en su tercio inferior. El pivote en huevo y de morfología cónica invertida.